Vuelve pronto
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Últimamente el concepto de vivir en el momento presente está más de moda. La famosa frase YOLO o "solo se vive una vez" al igual que incontables autores de libros de New Age han popularizado esta idea en las últimas décadas. No sé si porque por años nos preocupamos por el tan ansiado Señor Futuro, contribuyendo a desarrollar una sociedad donde los avances tecnológicos en todas las áreas de nuestra vida parecían ser lo más importante, ahora existe una necesidad de aterrizar en el momento presente, el único momento que está verdaderamente a nuestro alcance.
¿Pero realmente estamos entendiendo lo que maestros reconocidos de Mindfulness nos han estado enseñando en las últimas décadas? ¿Estamos viviendo en el momento presente? ¿O estamos viviendo para el momento presente? La diferencia a nivel de experiencia entre una y otra trasciende más allá de una sola preposición.
Al vivir para el momento presente, abordamos una actitud que si bien aleja nuestra atención del pasado o futuro como bien enseñan las prácticas de Mindfulness, nos invitan más bien a adoptar una actitud despreocupada y hasta cierto punto irresponsable hacia nuestra y otras vidas. Nos invita a sumergirnos en la búsqueda de los placeres de la vida, alimentando el hambre de sentir adrenalina en este momento. Aunque no siempre nuestra actitud sea inconsciente y adoptemos está actitud inofensiva al intentar algo nuevo por primera vez como saltar de bungee jump o tomar un riesgo controlado en nuestra vida profesional, esto no es la enseñanza de "vivir en el momento presente" que las prácticas orientales tienen por enseñarnos.
Vivir en el momento presente significa vivir dentro de este momento, dentro del aquí y ahora. Sin buscar. Sin perseguir nada en específico. Se trata de simplemente sentir con profundidad esa presencia y espacio vasto que nos abraza, nos nutre y nos deja descansar aquí, aceptándonos y aceptando nuestra realidad tal y como es en este momento. Nos sentimos completamente contentos y satisfechos. Vivir en el ahora significa adoptar un estado meditativo de alerta y atención en la experiencia del ahora, descansando en el estado del ser, alejado de la constante confusión y compulsión del hacer.
Todos hemos tenido esa sensación de querer estar en otro lado al estar aquí, aunque hayamos pasado años deseando estar en este momento. El hábito de la mente de buscar el siguiente placer, el siguiente destino, la siguiente satisfacción, es simplemente eso, nada más que un hábito mental. Y como todos los hábitos, éstos se pueden desaprender. Vivir en el momento presente tal y como las enseñanzas milenarias nos enseñan nos invitan gentilmente a sumergirnos amorosamente en todas las sensaciones que abarcan este momento, desde sonidos, texturas y colores atractivos y placenteros hasta incomodidades, dolores e inconformidades que estemos experimentando. Se trata de conectar profundamente con ese espacio vasto que se abre al entrar en comunión absoluta con este momento, sintiendo, respirando y aceptando, sin emitir algún juicio con respecto a nuestras preferencias. Simplemente aceptando y recibiendo este momento como el regalo de vida que es. Una respiración más. Un momento más de vida. Un momento más de presencia. Un momento más de posibilidades infinitas.
Stephanie Bianchi
s.bianchidl@gmail.com