top of page

Prácticas de Mindfulness para embarazadas



En el último artículo hablábamos sobre la importancia y los beneficios de incluir la práctica de mindfulness durante el embarazo.


Algunas de las ventajas que más se han encontrado en los últimos estudios son: disminución de la ansiedad, aumento del bienestar durante el embarazo, mayor conciencia y conexión con el cuerpo, reducción del miedo al parto, adquisición de técnicas para manejar el dolor en el trabajo de parto, mayor confianza en la propia capacidad para afrontar los retos del parto y la maternidad, y una reducción significativa de síntomas de depresión y ansiedad posparto. Entonces… ¿Qué se puede hacer para llegar a este estado de bienestar?


A continuación, te hablo de 4 prácticas que puedes aplicar en tu día a día para integrar poco a poco actitudes de aceptación, confianza y compasión en tu realidad.


1. Escribir tus pensamientos y crear afirmaciones.


En cuanto al manejo de la ansiedad lo cierto es que “lo que se resiste, persiste”. Por eso, el primer paso es detenerse a observar y a aceptar eso que te preocupa.


Tómate un momento para sentarte con calma, respirar y sin juzgar anota en un cuaderno todas las preocupaciones y miedos que se te vienen a la cabeza: “no voy a poder con todo esto” “me da miedo el dolor” “no estoy preparada para ser mama” etc. Trata de escribir sin filtro, entendiendo que cualquier pensamiento es válido y es real. Después de escribir, mira la lista. Vuelve a leer todos esos pensamientos y reconoce en ti cómo te hace sentir observar lo que está ahí. Simplemente respira, y quédate con esa sensación. Solo son pensamientos, no son la realidad.


Luego, si así lo deseas, puedes escribir algunas afirmaciones que te ayuden a confiar en ti misma y sentirte más tranquila. Por ejemplo: “Confío en la capacidad de mi cuerpo para parir”, “Agradezco a mi cuerpo por crear un bebé”, “Tengo la fortaleza para afrontar este nuevo reto”, “Respiro y vivo un día a la vez”. O cualquier otra que resuene contigo y te permita estar más en paz.


2. Cambia tu relación con la sensación de dolor físico.


El rechazo y el miedo al dolor físico, hacen que irónicamente nuestro cuerpo se tense y la percepción de dolor sea incluso mayor. Si por el contrario aprendemos a ver el dolor como una sensación física, que, así como viene, se va. Podremos tener un mejor manejo del trabajo de parto y de las contracciones.


Para esto, practica tolerando sensaciones poco placenteras y observa tu mente mientras lo haces. Al principio naturalmente tu mente va a rechazar esa sensación, pero simplemente obsérvalo sin reaccionar. Puedes, por ejemplo, tomar con las manos cubos de hielo durante un minuto o bañarte con agua fría. La intención es realizarlo con conciencia y observando tu cuerpo y tu mente mientras lo haces.


3. Visualiza el parto como lo deseas.


La incertidumbre y la falta de control sobre nuestra experiencia de parto es una de las principales razones de estrés durante el embarazo. Para esto, puedes tomarte el tiempo para visualizar tu embarazo tal cual y como lo deseas.


Toma unas respiraciones y comienza a reproducir en tu cabeza los elementos que para ti son importantes en tu parto. Visualízate respirando en las contracciones y las personas que quieres que estén ahí. Habla con tu bebé y explícale todo lo que va a pasar, lo que va a sentir, lo que tiene que hacer y luego visualiza como sale y lo colocan en tu pecho. Conecta con esa emoción y amor que sientes cuando lo ves y cuando lo puedes tocar con tus manos.


Permitirnos conectar con esa emoción de ver a nuestro bebé, nos ayuda a soltar las expectativas y a experimentar lo realmente importante.


4. Reconoce y agradece el trabajo que está haciendo tu cuerpo.


Durante el embarazo tu cuerpo es capaz de crear un ser humano COMPLETO, crea músculos, huesos y órganos. Toda una persona se está desarrollando dentro de ti. Date el tiempo de detenerte a reconocer y a hacer consciente este milagro.


Al bañarte o al acostarte a dormir, pon tu mano en tu barriga. Respira y trata de notar si sientes alguna sensación física, alguna presión, o incluso algún dolor. Realiza un escaneo por tu cuerpo, por todos los cambios que ha sufrido y cómo cada uno de ellos cumple una función en la creación de tu bebé. A medida que vayas prestando atención a tu cuerpo intenta conectar con la gratitud y reconocer la sabiduría de su naturaleza.


Todas estas prácticas nos ayudan a conectar con el presente y a estar en paz con nuestra realidad. Más que intentar de una manera forzada cambiarla, es aceptar dónde estoy hoy y cómo me siento hoy. Solo desde esa aceptación vamos a poder acercarnos con más calma y bienestar a la experiencia de parto y maternidad que soñamos.



Sandra Pagliuca



bottom of page